domingo, julio 04, 2010

Zenobia





Por circunstancias de la vida, he aterrizado en los diarios que escribió Zenobia Camprubí en Cuba. Ella resulta admirable. Su afán de ayudar, su ansia de conocimiento continuo...Zenobia se revela a veces quisquillosa y siempre realista. Se da cuenta que la vida al lado de Juan Ramón la obliga a cerrar su mundo continuamente. A vivir en el perpetuo aislamiento que necesitaba el escritor. Sí, en Cuba hacían vida social pero el hastío que se desprende de sus palabras; el egoísmo que demuestra J.R. la mayor parte del tiempo nos desvelan el papel de una mujer que por amor a Juan Ramón ha de pasar apuros económicos y vive para su obra, para sus correcciones. Zenobia era la enfermera, la madre, la secretaria de Juan Ramón. Ella ,que traducía a Tagore. J.R nunca me ha caído especialmente bien, pero después de leer estos diarios me resulta del todo insoportable. Zenobia critica muy sutilmente, siempre desde el respeto, la compostura e incluso desde el amor a su marido. Por mucho que le pese a los seguidores de J.R. a la pobre sólo le quedaba el derecho al pataleo. Ella se entregó a él, a los demás...podía haber vivido espléndidamente en los Estados Unidos y pasó gran parte de su vida en una habitación de hotel de Cuba. Quizá Zenobia tenía claro que ella sin Juan Ramón no era nadie. Porque era un tiempo en que las mujeres difícilmente podrían sobrevivir o triunfar por sí solas. Lo que no cabe duda es que sin Zenobia, Juan Ramón Jiménez no sería lo que es hoy día.

7 comentarios:

Carmen dijo...

Zenobia se indignaria al ver las duras críticas hacia su marido, como siempre que alguien lo hacía. Le recomiendo que lea las cartas que envió a su íntimo amigo Juan Guerrero, editadas por la Residencia de Estudiantes y su idea de Zenobia sería diferente. La semana del 19 al 23 de julio hay un curso sobre Zenobia en la Universidad de la Rábida, le recomiendo que se dé una vuelta por allí y conozca a las verdaderas expertas en Zenobia, que han leído todas sus cartas y documentos y ya vería como no opinan lo que usted sobre Zenobia ni de Juan Ramón.
¿Tiene usted pareja? ¿Nunca se ha quejado de ella? ¿Nunca se ha enfadado? ¿No diría en un diario íntimo, que jamás pensara que iba a ser publicado, algo negativo?
Zenobia adoraba a J.R. y él la idolatraba. En esa casa se hacía todo y cuanto ella decía, pues ella era la fuerte y él el débil.
Por favor, cuando publiquemos Monumento de Amor, libro de J.R. dedicado a ella, no deje de leerlo. Antes de criticar sin piedad a alguien, informese y hable con personas que los conocieron y trataron.

chili dijo...

soy cantautora, llevo estudiando,musicando y cantando a J.R.J. mas de 12 años, y de paso algo de Zenobia, creo que no ha leído todos los diarios de ella, en cuba solo estuvieron dos años, como principio de un exilio, malos, mas para ella que para el, por lo menos podia comunicarse en su idioma. Los diarios son tres, supongo que no los ha leido todos, documéntese y profundice bien, antes de hacer un analisis tan lejos de la realidad, y una vez que descubra toda la belleza de la pareja, por favor rectifique. gracias

Lara dijo...

La historia de amor de Zenobia y Juan Ramón fue admirable por ambas partes y sólo tiene que leer las cartas entre ellos y a los amigos, para saber el inmenso amor que sentía el uno por el otro. Zenobia, mujer decidida, valiente, de unos valores extraordinarios dedicó su vida a ayudar al poeta, porque ella lo quiso así. Nadie le obligaba a hacer nada, sino que ella, gustosamente, le ayudaba y hacía la vida lo más agradable posible para que él desarrollaron su inmenso talento. En esa casa, puede consultar a todos los que los conocieron, la que mandaba era ella, era la fuerte, él el débil. El acató todas las decisiones de Zenobia, que siempre veló por el bienestar de ambos y para que Juan Ramón gozara de la paz y tranquilidad que necesitaba para escribir. Esa admirable mujer siempre conservó su parcela privada aparte de ayudarle a él. Cuando casi ninguna mujer trabajaba, ella lo hizo, abriendo una tienda, perteneció a las asociaciones más avanzadas, fue una de las primeras mujeres en sacarse el carnet de conducir y en el exilio, dio clases en distintas universidades americanas y en Puerto Rico. Esas clases eran sobre cultura y arte español.
Cuando ninguna mujer casada viajaba sola, ella lo hizo y Juan Ramón encantado por verla feliz, que era lo que más le importaba. Ella le dedicó su vida y él le dio todo amor. Cuando le concedieron el premio Nobel Juan Ramón quiso que todas sus palabras fueran para ella que, según él, era quien merecía ese premio ¿cuantos Nobeles han dado las gracias a sus mujeres ante todo el mundo? Creo que muy pocos.
Estas frases escritas por Zenobia en sus Diarios y sus cartas creo que son más que elocuentes y hablan por sí solas.
“Juan Ramón es para mí, cada vez más, él mismo y más entrañable. Anoche mientras escuchábamos a Fournier, estábamos tan unidos en la música que ningún cambio hubiera sido para mí más perfecto”.
“Juan Ramón es de una generosidad emocionante en que todo lo quiere dar y en que le da una gran alegría proporcionarle una satisfacción o un gusto a cualquiera”
“…uno de sus defectos más graves es ocuparse tanto de ayudar a los demás que no le queda tiempo, ni pensamiento de ayudarse a sí mismo.
“Juan Ramón estuvo estupendo. Estaba en voz y forma y hablaba con una energía extraordinaria. Desde mi silla lo veía como el mejor tipo de caballero español lleno de dignidad sobria. Juan Ramón ha ido depurándose de modo que me parece mucho mejor ahora que a los 30 años. Que Dios me lo guarde mucho “.
“Nuestro amor ha sido mejor en la vejez que nunca”
En una carta a él, cuando fue operada del cáncer que la mató, le envió poemas de amor y le decía: “Tú no me pareces otra persona sino yo misma”

Podría poner miles de fragmentos más de sus cartas y escritos, pero creo que como muestra es suficiente para demostrar que todo lo que dice en ese artículo es falso y que una mujer que hubiera sido infeliz o maltratada no hubiera podido decir tales cosas.
Sus vidas, al igual que la de la mayoría de los mortales, tuvo dificultades, Juan Ramón padeció toda su vida depresiones y entonces ni se conocía esta enfermedad ni existía el Prozac. Durante esos periodos, el poeta o cualquier otro ser humano que padece esta triste enfermedad, tuvo momentos difíciles y variaciones de carácter, que se normalizaba cuando volvía a recuperarse.
Tuvieron infinidad de amigos, muchas mujeres se enamoraron del poeta y en su familia fue el hijo, el hermano, el sobrino y el tío preferido y el más amado y admirado. ¿Es posible eso con un ser tan odioso como usted lo describe? Creo que no.

Lara dijo...

La historia de amor de Zenobia y Juan Ramón fue admirable por ambas partes y sólo tiene que leer las cartas entre ellos y a los amigos, para saber el inmenso amor que sentía el uno por el otro. Zenobia, mujer decidida, valiente, de unos valores extraordinarios dedicó su vida a ayudar al poeta, porque ella lo quiso así. Nadie le obligaba a hacer nada, sino que ella, gustosamente, le ayudaba y hacía la vida lo más agradable posible para que él desarrollaron su inmenso talento. En esa casa, puede consultar a todos los que los conocieron, la que mandaba era ella, era la fuerte, él el débil. El acató todas las decisiones de Zenobia, que siempre veló por el bienestar de ambos y para que Juan Ramón gozara de la paz y tranquilidad que necesitaba para escribir. Esa admirable mujer siempre conservó su parcela privada aparte de ayudarle a él. Cuando casi ninguna mujer trabajaba, ella lo hizo, abriendo una tienda, perteneció a las asociaciones más avanzadas, fue una de las primeras mujeres en sacarse el carnet de conducir y en el exilio, dio clases en distintas universidades americanas y en Puerto Rico. Esas clases eran sobre cultura y arte español.
Cuando ninguna mujer casada viajaba sola, ella lo hizo y Juan Ramón encantado por verla feliz, que era lo que más le importaba. Ella le dedicó su vida y él le dio todo amor. Cuando le concedieron el premio Nobel Juan Ramón quiso que todas sus palabras fueran para ella que, según él, era quien merecía ese premio ¿cuantos Nobeles han dado las gracias a sus mujeres ante todo el mundo? Creo que muy pocos.
Estas frases escritas por Zenobia en sus Diarios y sus cartas creo que son más que elocuentes y hablan por sí solas.
“Juan Ramón es para mí, cada vez más, él mismo y más entrañable. Anoche mientras escuchábamos a Fournier, estábamos tan unidos en la música que ningún cambio hubiera sido para mí más perfecto”.
“Juan Ramón es de una generosidad emocionante en que todo lo quiere dar y en que le da una gran alegría proporcionarle una satisfacción o un gusto a cualquiera”
“…uno de sus defectos más graves es ocuparse tanto de ayudar a los demás que no le queda tiempo, ni pensamiento de ayudarse a sí mismo.
“Juan Ramón estuvo estupendo. Estaba en voz y forma y hablaba con una energía extraordinaria. Desde mi silla lo veía como el mejor tipo de caballero español lleno de dignidad sobria. Juan Ramón ha ido depurándose de modo que me parece mucho mejor ahora que a los 30 años. Que Dios me lo guarde mucho “.
“Nuestro amor ha sido mejor en la vejez que nunca”
En una carta a él, cuando fue operada del cáncer que la mató, le envió poemas de amor y le decía: “Tú no me pareces otra persona sino yo misma”

Podría poner miles de fragmentos más de sus cartas y escritos, pero creo que como muestra es suficiente para demostrar que todo lo que dice en ese artículo es falso y que una mujer que hubiera sido infeliz o maltratada no hubiera podido decir tales cosas.
Sus vidas, al igual que la de la mayoría de los mortales, tuvo dificultades, Juan Ramón padeció toda su vida depresiones y entonces ni se conocía esta enfermedad ni existía el Prozac. Durante esos periodos, el poeta o cualquier otro ser humano que padece esta triste enfermedad, tuvo momentos difíciles y variaciones de carácter, que se normalizaba cuando volvía a recuperarse.
Tuvieron infinidad de amigos, muchas mujeres se enamoraron del poeta y en su familia fue el hijo, el hermano, el sobrino y el tío preferido y el más amado y admirado. ¿Es posible eso con un ser tan odioso como usted lo describe? Creo que no.

Ana dijo...

2 de marzo de 1952 (Diario de Zenobia)
¡36 años! Ojalá fueran 36 más, unidos, lo que nos esperara. Anoche eran más de las 12 cuando J. R. me dió las buenas noches. Y me dijo: "Ya es hoy el día 2" y me dormí con esa caricia fervorosa que me hizo. Dios mío ¿por qué tenernos que separar nunca?

Este comentario de Zenobia escrito 4 años antes de su muerte ¿le da a usted la impresión de estar escrito por una persona que ha sido infeliz en su matrimonio?
Zenobia era fuerte, vital y alegre, nunca masoquista como para desear vivir tantos años junto a Juan Ramón.
Debería conocer bien esta historia de amor antes de criticar, un buen periodista debe procurar ser objetivo

vivir en el filo dijo...

Gracias por todos sus comentarios. Denotan una gran sensibilidad pero permítanme decir una cosa. No estoy obligada a que me guste Juan Ramón ni su figura, ni en exceso su poesía (estética, preciosista pero fría).
Hay detalles (y cada vez conozco más, por suerte o por desgracia) de la vida de J.R. que me alejan de él. Zenobia me parece brillante, espléndida, generosa. De haber vivido en nuestros días quizá brillase por esa misma. Desde luego que no estaba obligada y que todo lo hizo por amor. Eso demuestra lo grande que era.

marina dijo...

Por supuesto que no estás obligada a que le guste Juan Ramón, pero tampoco a decir cosas que se alejan de la realidad y que bien conocemos quienes tenemos un conocimiento más profundo de ellos. Tampoco a lo que ya han hecho otras personas, como usted, tratar de resaltar a Zenobia criticando a Juan Ramón, sin conocer la realidad que vivieron La valía de ambos era por igual.
Un pequeño detalle que me imagino que como madre da que pensar, la madre de Zenobia que se opuso tenazmante a ese noviazgo, después adoró a Juan Ramón, murió en sus brazos y sus últimas palabras fueron dedicadas a él. No creo capaz a ninguna madre de querer a un yerno de tal forma, si viera que hacía infeliz a su hija.
Juan Ramón siempre fue y será poeta de minorías, él lo sabía y todos los que apreciamos y valoramos su obra, aunque uno de los últimos congresos de hispanistas celebrado en América, fuera declarado el mejor poeta de lengua hispana del siglo XX, todo ello con el mayor respeto a lo que usted piensa.