lunes, noviembre 01, 2010

El hombre sin lugar en el mundo, según Vila- Matas




"Ya desde el mismo momento de nacer, conocemos el miedo y preferimos, dadas las circunstancias, servir que ejercer ese Poder que, como demuestra la famosa Historia, nunca es de nadie. Entrar en la vida normal es entrar en la sospecha de que quienes relmente estaban destinados a vivir aquí, se han extinguido hace años, pues no hes posible imaginar que hayabn podido sobrevivir en un planeta hecho para contenernos. No somos de aquí. Y sólo la literatura parece ocuparse con seriedad de nuestro espanto. Cuando Poe escribió quel cuento de un hombre al que enterraban vivo, contó nuestra verdadera historia. De ahí el terror que aún perdura en quienes leyeron ese cuento que decía la verdad, un miedo que se convierte en un terror doble si llegamos a Kafka, el muerto en vida. Los hombres normales han mirado a Kafka siempre con extrañeza, en realidad con la misma extrañeza con la que él les miraba a ellos, consciente de que no tenía un lugar en este mundo:"Dos tareas del inicio dela vida:reducir cada vez más tu ámbito y comprobar una y otra vez que no te encuentres escondido en algún lugar fuera de él", escribió Kafka en un extos de juventud, un Kafka que siempre quiso transmitirnos que aquellos que se nos antoja una alucinación inimaginables es precisamente la realidad de cada cual. Si lo pensamos bien --nos dice Philip Roth--,veremos que en todas sus novelas Kafka traza la siguiente crónica: alguien es educado para aceptar todo aquello que le parece absolutamente injusto y fuera de lugar (además de ridículo y muy por debajo de su dignidad) es de hecho lo que realmente le está sucediendo. Dicho de otro modo, esto que está tan por debajo de nuestra dignidad resulta ser nuestro destino".

Doctor Pasavento
Enrique Vila-Matas

1 comentario:

Tere Garibay dijo...

A ver si entiendo bien. ¿Estamos hablando de la represión social que imponen ciertos grupos y que nos obligan a callar y "aceptar" por miedo? Al menos, ésta es una realidad. Se juzga de antisocial y carente de educación a quien osa levantar la voz -en ambos sentidos: literal y metafóricamente-.

Saludos,
Tere