jueves, enero 10, 2013

Elogio de la imperfección


La investigadora italiana Rita Levi-Montalcini sostenía que no debíamos temer los momentos de grandes dificultades en nuestra vida. Es cuando damos lo mejor de nosotros. Cuando parece que no hay salida. Momentos como este momento. 

Personalmente, odio la perfección, me resultan sospechosas las personas que pasan toda su vida haciendo lo mismo en idéntico lugar y se sienten confortables en esa plasta gris que es la monotonía. No les envidio. Si acaso, añoro el gen pasivo, pachorrón, que les permite despilfarrar el regalo que es la existencia, los años preciosos a nuestro paso por este mundo, sin aportar nada a los demás, sin inquietudes, sin ambiciones. Les envidio porque muchos de ellos son felices. La felicidad de los idiotas. Ojalá yo fuera así, aunque fuera tres semanas al año. Pero mi ADN es inconformista.

 Las palabras de Rita, que llegan de un pasado reciente -un fantasma bondadoso que nos reconforta en las horas chungas-tienen, como no podía ser de otra manera, una base científica. Presumo que ella hablaba por la voz de la experiencia pero, imaginad, por un momento, cuántos grandes hallazgos son una sorpresa, un error, una prueba que ha fallado. En esa cuadrícula precisa de experimentos y laboratorios se mueve, misterioso, libre, indómito, el azar. El azar, el duende, la sorpresa, la mano de Dios (?). Colón buscaba las Indias y se tropezó con América. Lo tenemos todo controlado para que nada falle, para que todo transcurra sin tropiezos y, de pronto, nadan siniestros, hacia nosotros, esos cisnes negros. Imprevisibles, imposibles, hermosos, con la muerte en sus alas; El resultado: un 11-S que siempre nos helará el corazón. Por eso, por más que le digan esos temerosos de espíritu, esos piltrafillas que van a salvar su culo, y sólo el suyo, de que este será un mal año; un año del que no esperar demasiado, de mantenerse, escúpales a la cara su mediocridad (figurativamenrte hablando, claro, no quiero yo ser germen de violencias). 
 Este año será lo que cada uno quiera y entregue de sí mismo. De la imperfección que nos rodea, surgirán la creatividad y los sueños. De la miseria y los miserables que ostentan el poder, nacerán las grandes ideas. El triunfo de la ilusión y la solidaridad. Este será un gran año, pero sólo para los osados, los atrevidos. Como escribía el inimitable Víctor Hugo: "El futuro tiene muchos nombres. Para los débiles es lo inalcanzable. Para los temerosos, lo desconocido. Para los valientes es la oportunidad".

La imagen es de Silvia de Luque

1 comentario:

Merce la Mejor dijo...

Me gusta el artículo.