domingo, noviembre 03, 2013

Relaciones orgánicas, relaciones virtuales






El amor ya no es lo que era. Ni falta que hace. No hay desdémonas ni otelos. Tenemos a María, a Luís. A Teresa, a Antonio. Las reglas para las primeras citas de nuestras abuelas son inútiles. Desaparecieron las carabinas, o esas viejas graciosas que seguían a la pareja de novios en sus primeros encuentros (véase El Padrino I). Poco importa lo que te hayan contado sobre esa persona que tienes delante, probablemente ya sepas mucho de ella. Quizá lleves años chateando, intercambiando fotos, reflexiones, estados emocionales. FB refleja muy claramente dos tipos de amistades que se dan en la realidad: las hay incondicionales, ocasionales, relaciones tipo Guadiana (aparecen y desaparecen y vuelven a aparecer) y otras del tipo Julio Iglesias. O sea: "A veces sí, a veces no".

FB es un espejo de la vida real. He descubierto con disgusto como amigos que has promocionado en la red social cuando no los conocía nadie pasan de ti cuando ya tienen su grupo de seguidores fieles y no otean otros horizontes salvo su propio ombligo. Y así, su muro se convierte en un lugar endogámico, irrespirable, previsible y, a la postre, aburrido. Twitter y FB son muros de las lamentaciones, de las gratificaciones incluso de las autogratificaciones. El adjetivo que más se repite cuando cambias la foto de perfil es "guapa". Pues vale

Los hay que te espían en silencio y atacan cuando consideran que es el momento (a veces para compartir una palabra amable, otras para joder y hacer daño desde la distancia del teclado). También están esas amistades que sólo acuden a ti para pedirte cosas. Los parásitos on line que se pasan la vida solicitando "me gustas" para páginas que gestionan como Community mánagers. Ellos, por supuesto,  no se dignan a pasarse por tu muro y corresponder tus atenciones. En la vida real son igual, no os quepa duda.

Total, que llegados al punto amoroso-romántico tenemos las mismas. Los hay dotados de una paciencia exquisita, de un don de la oportunidad increíble, de un trato respetuoso, cálido, alegre y luego están los brutos, los que consideran que coartas su libertad de expresión si borras de tu muro la última grosería vomitada.

La periodista de The Guardian, Jill Filipovic, sostiene que las redes sociales facilitan mucho la tarea de selección de "material" masculino. Todo son ventajas para las chicas, asegura. Es un alivio rechazar citas indeseables sin tener que dar demasiadas explicaciones. Evitamos malos rollos si el encuentro llega de manos de gente conocida y la chispa no surge. Vas más sobre seguro: conoces el aspecto del partenaire (cierto, nadie es tan guapo como en su foto de perfil), se descartan incompatibilidades mayúsculas  y, por supuesto, el abanico es infinitamente mayor.

Es interesante señalar que, incluso, un ingeniero de la red social, Lars Backstrom, y el científico de la Universidad de Cronell Jon Kleiberg han elaborado un algoritmo que permite detectar, en la red de amigos de cada usuario, cuál es su pareja y diagnosticar cómo progresa su relación. El objetivo es puramente comercial. Seleccionar las publicidades que veremos y contenidos que ambos "contrayentes" consideran atrayentes. Sostienen que a menos amigos comunes, más posibilidades de éxito.

Como Alicia al traspasar el espejo, tras la pantalla podemos encontrar un conejo loco, una perversa reina cortacabezas, un gato risón  pero también los hay afortunados que hallan la magia, el entendimiento y la química.   A veces,  se desvirtualiza al otro tras recorrer un largo camino. Sí, es cierto, quizá no les unió la serendipia, la casualidad o el destino. Ni falta que hace.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Hay muchas formas de conocer a personas, tanto para amistad como para ligar, y todas ellas no son ni mejores, ni peores, solo diferentes, porque el cara a cara en la primera vez que se conoce, no libra de que te hagan daño, la unica via de escape es tener suerte he instinto en saber elegir, porque como te dije, tanto en la vida real como en la virtual, hay buenas y malas personas. Un Saludo Lola, desde hace unos dias, tienes en mi un nuevo fan. Jacobo.