domingo, septiembre 07, 2014

La india: el país que odia a las mujeres





La India, la cuna del Yoga y de tantos gurús que predican acerca de la paz de espíritu y el desapego, es noticia estos días por su crueldad hacia con las mujeres. Las mujeres que son menos que nada, que sin una dote no van a ningún sitio y que, una vez enviudadas, son invitadas a quemarse en la pira funeraria con su marido (la llamada ceremonia del Sati) o a llevar una vida errante, vistiendo harapos, cubiertas de ceniza, desarraigadas, homeless, despojadas de todo.

El porqué saltan estas noticias a la palestra precisamente ahora es algo que deberíamos plantearnos. En la lotería de los contenidos que nos ofrecen los informativos entran muchas variables. Hay toda una realidad que, finalmente, los medios nos presentan fragmentada, pormenorizada. Durante el 2014 todo este horror y muerte que padecen las mujeres indias ha dado la cara pero no es algo nuevo.

Acabamos de conocer el dato de que un promedio de 92 mujeres al día fueron violadas el pasado 2013: un informe de la Oficina Nacional de Registro de Crímenes (ONRC), indica que los ataques sexuales se dispararon más del 10 % en un año: en 2012 se registraron casi 25.000 casos de violación, mientras que en 2013 aumentaron a 33.707.

Las cifras causan escalofríos e invitan a la reflexión.

Los analistas afirman que la India cambia a pasos agigantados. Palabras que creíamos descatalogadas de nuestro diccionario occidental como "éxodo rural" son allí el día a día. Chabolas conviven con rascacielos. Hay mujeres que beben mojitos en los bares mientras otras siguen sometidas a un régimen de esclavitud. El contraste del desarrollo de país emergente de con el terrible sistema de castas han creado este combinado de barbarie y horror.
Otra complicación es la desproporción de género. Según los datos del censo, hay 37 millones de hombres más que de mujeres. El sector demográfico que más sufre las violaciones es el de las jóvenes de entre 17-35 años.

Hay estados  donde la crueldad es mayor que en otros. Es el caso de Uttar Pradesh. El pasado mes de junio cuatro mujeres fueron encontradas ahorcadas colgando de los árboles en el lapso de dos semanas. Khalid Chaudhary, encargado de la ONG Action Aid, afirmaba "la violación y el asesinato de mujeres son muy comunes porque es uno de los más poblados con menos gobernabilidad".  Un 67% de las mujeres de este Estado se ha enfrentado en más de una ocasión a algún tipo de violencia sexual.

En este país de 200 millones de habitantes hay jóvenes agredidas cuando vuelven a su casa en bus, asesinadas y sodomizadas con barras de acero; otras son obligadas a lamer escupitajos por defender a su propia familia y aparecen salvajemente agredidas junto a las vías de un tren. Hay continuos casos de infanticios y feticidios contra el sexo femenino, matrimonios amañados de niñas con ancianos y una violencia que va en aumento, sobre todo contra las de las castas inferiores como las "dalit"

Nacer con una vulva entre las piernas es una maldición. Una condena. Sólo te salvará un buena dote para comprar algo de dignidad. Que nunca será completa.

La crueldad contra las mujeres choca con  nuestra visión romántica de la India, sin duda. Nos pone delante de las narices este mundo de dos velocidades donde algunos lo tienen todo y otros carecen de lo más elemental. Hay lugares donde se juega con la mujer como si fuera una pieza de caza.
A lo peor, no nos tenemos que ir tan lejos. A lo peor, podemos encontrar trozitos de esta "India" en algunos prostíbulos de carretera.



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